A la petición inicial de cambios organizativos para conseguir al menos diez minutos por paciente en el centro de salud, se fueron añadiendo nuevas propuestas y el movimiento cristalizó en el 2005 en la firma del Compromiso de Buitrago, en el que los firmantes proponen hasta 16 medidas clave centradas en el modo de relación de los profesionales y pacientes con el sistema sanitario. Estamos ante un movimiento que busca innovar a la vez que cambiar la atención primaria que conocemos.
Finalizando, existe un importante consenso en que una atención primaria "fuerte" es la piedra angular de un sistema sanitario que pueda funcionar bien. Por tanto, es en este nivel asistencial donde tenemos que centrar nuestros esfuerzos, y así ayudar con nuestro grano de arena a que funcione de una manera efectiva, eficiente, sostenible, equitativa, accesible y humana.