Mencionabamos en entradas anteriores la revolución normativa que se está produciendo en los últimos meses en el contexto de la formación MIR española. Así, junto a la publicación hasta la fecha de 14 nuevos programas de especialidad y la publicación del RD que regula la relación especial laboral de residencia, se está fraguando estos últimos meses el "Real Decreto por el que se determinan y clasifican las especialidades en ciencias de la salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada" (ver PDF).
Isabel ya nos contó en su blog algunos detalles que introduce este proyecto de RD, pero a mi me gustaría centrarme en la figura del tutor MIR y su necesaria profesionalización, timidamente esbozada en la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias de 2003.
Y es que ser tutor de residentes en la actualidad es un gran merito. Más aún, cuando la tremenda presión asistencial se come con creces el tiempo y las ganas que el tutor puede dedicar a la docencia de los residentes que tiene a su cargo. Además si a la realidad del dia a dia añadimos que, según la legislación vigente en la mayor parte del país, ser tutor no se acompaña del reconocimiento interno y externo suficiente ni de la suficiente provisión de recursos para ejercer como tal, los tutores MIR son en su mayoría unas bellisimas personas. ¡Ojo!, que siempre hay ovejas negras, en muchos casos tutores que no eligieron serlo o que mantienen el título por prestigio a pesar de no realizar funciones efectivas de tutoría.
En resumen: "Un buen tutor es un tesoro" y para que su motivación perdure para las siguientes promociones de Residentes un tutor debe:
- Ser acreditado y posteriormente reacreditado al pasar al menos el tiempo que corresponde a la duración total de su especialidad.
- Ser reconocido por su labor, bien en forma de liberación asistencial parcial (para dedicarla a la docencia) o bien económicamente. Así y por ejemplo desde 2005 los tutores hospitalarios acreditados en Cataluña reciben 245 €/mes en concepto de acción tutorial.
- Ser evaluados por sus Residentes; aspecto clave para la reacreditación de un tutor.
- Poseer formación específica, facilitándoles su participación en actividades docentes especialmente de tipo metodológico.
De esta manera, sumando un tutor competente con un Residente motivado, conseguiremos que el sistema MIR del siglo XX sea capaz de dar mejor respuesta a los retos de la sanidad del siglo XXI.
2 comentarios:
Joer tronco, como para opinar aquí... ¿Para cuándo un frikiblog?
Jajaja. Anda hermano, feliz navidad y mamarla en Canarias.
jonay te necesito!!!!!
en el hospi no nos han subido el sueldo como en el resto de madrid!!
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